¡Es hora de que Cuba defienda la dignidad animal con una Ley Penal que proteja a los animales!

La sociedad cubana reclama una urgente conversión del Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal al Código Penal cubano. Esta acción, considerada como un paso fundamental hacia la protección de los animales, se ha visto afectada por la ineficacia de dicho decreto en la prevención de situaciones de maltrato, abandono y otros crímenes atroces. Estas prácticas, entre las cuales se encuentran la zoofilia, el zoosadismo, la quema de animales vivos y el secuestro a cambio de rescate de mascotas, han ido en aumento en nuestro país, sin que el decreto haya logrado contenerlas.

SOSVOX - hace 2 años

Conversión del Decreto-Ley 31 de Bienestar Animal a Ley del Código Penal cubano

Esta acción, tan reclamada por gran parte de la sociedad civil cubana, es urgentísima, porque el decreto mencionado, si bien es un primer paso en el camino de la protección a nuestros animales, ha demostrado ser totalmente ineficaz en la prevención del maltrato, el abandono, la zoofilia, el zoosadismo, la quema de animales vivos, el descuartizamiento, el ahorcamiento, apuñalamiento y otras torturas atroces de las que hacemos víctimas a nuestros indefensos animales. Además, no toma acción alguna contra la práctica del secuestro a cambio de rescate de las mascotas, delito que cada día prolifera más entre nosotros. El decreto en cuestión tampoco ha logrado impedir las peleas de perros ni todas las lacras asociadas a ellas, de alta peligrosidad social. El decreto tampoco comprende acciones que ayuden a educar a la población y a formar nuevas generaciones en el amor y el respeto a la naturaleza, el medio ambiente y los animales.

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En este sentido, los cubanos exigen una legislación que, además de establecer penas de cárcel y multas significativas, fomente la educación y formación de nuevas generaciones en el amor y respeto a la naturaleza, el medio ambiente y los animales. Ya varios países de Hispanoamérica han tomado esta iniciativa, por lo que Cuba no debe quedar a la zaga. Es hora de que nuestro país tome las medidas necesarias para convertir el Decreto-Ley 31 en una Ley que proteja a los animales y acate los estándares de una sociedad civilizada.