En la isla de Gran Canaria está corriendo peligro la existencia de la cabra endémica y salvaje, que cuenta con un historial genético prehispánico importantísimo. El Cabildo Insular, en nombre y representación de los gran canarios, decidió contratar a cuatro francotiradores para matar a un rebaño de cabras, a pesar de que su número ya era pequeño. Esta decisión, así como el secretismo anómalo que la acompañó, ha provocado la indignación de la ciudadanía, que se ha movilizado para que se parase de inmediato el exterminio de las cabras. Desde SOS Cabras Gran Canaria se reclama la protección de estos preciosos y bellos animales en el territorio de las Islas Canarias, para que continúen habitándolo del modo en que lo han hecho siempre, libres.
Sea Declarada Especie Protegida la Cabra Endémica y Salvaje de Gran Canaria
Desde SOS Cabras Gran Canaria defendemos a las cabras salvajes de nuestra isla, Gran Canaria. No esperábamos que, en 2016, el Cabildo Insular, en nombre y representación de los gran canarios, decida contratar a cuatro francotiradores para matar a un rebaño, el cual de por sí ya es pequeño en número, en una superficie aproximadamente de 20 km cuadrados, y cuyos ejemplares además tienen un historial genético prehispánico importantísimo. Ha habido un secretismo anómalo en este caso, pues es ahora cuando nos venimos enterando de que se venían realizaron abatidas –asesinatos– de las cabras salvajes en la isla, no por la publicidad que debieron dar –a fin de evitar sustos a la población aledaña de las zonas de actuación–, sino porque turistas que se encontraban practicando montañismo preguntaron a los lugareños qué estaba pasando, “que se escuchaban disparos y se venían encontrando cabras heridas y muertas en los senderos por los que discurrían”. Y es así como el pueblo de Agaete tuvo conocimiento en primer lugar, y, gracias a las redes sociales y actuación de la ciudadanía, fue trascendido las actuaciones y prácticas llevadas a cabo por parte de nuestros defensores del medio ambiente.
Firmar esta peticiónLa institución insular argumenta que la cabra está acabando con endemismos como el cedro. Sin embargo, existen soluciones que respetasen la vida de las cabras, como por ejemplo la colocación de un cerco metálico, que no son necesarias aplicarlas porque todo forma parte de una premisa intencionadamente falsa que pretende justificar su actuación con fines espurios. Además, hay que aclarar que la cabra no extingue una planta, sino que la ramonea; esto es, la poda o se come las puntas de la flora de que se trate.
En este sentido, el Cabildo de Gran Canaria ha recurrido a explicaciones de brocha gorda, pues aún no se ha hecho una investigación seria, rigurosa e imparcial sobre la cabra de Gran Canaria y de Canarias en general. Asimismo, se niega a hablar con los colectivos de la sociedad civil, pero ceden un diálogo con aquellos que saben que van a poner poca o nula resistencia y, además, con banquete esperándoles luego de la charla. Por eso, SOS Cabras Gran Canaria ha requerido por escrito al Cabildo de Gran Canaria una reunión con sus responsables de medioambiente para hacerles llegar sus propuestas y aportar posibles soluciones a sus problemas sin que por ello haya que desplazar y, mucho menos asesinar, a las cabras.
Los esfuerzos de SOS Cabras Gran Canaria van encaminados hacia la declaración de la cabra salvaje de la isla de Gran Canaria como especie endémica protegida ante las instituciones insular y autonómica, para que se le brinde la antedicha protección. La ciudadanía ya se ha movilizado para evitar la pérdida del patrimonio genético y cultural de estos animales y está más cerca de conseguirlo. Por eso, los justos cuidan de sus animales, y no son crueles con ellos como pretenden algunos.