«El alcalde de Copacabana, Antioquia, debe hacerse cargo de los perros de razas peligrosas abandonados tras la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía».

Tras la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía, dueños irresponsables de perros de razas peligrosas como Pitbull, Rottweiler y BullTerrier los están abandonando por los altos requisitos que deben cumplir para tenerlos. Estos animales son víctimas de la falta de conciencia de sus dueños, quienes no cuentan con los recursos para pagar la multa de hasta ocho salarios mínimos diarios vigentes de incumplirlo. Por ello, se hace necesario que el alcalde de Copacabana, Antioquia, destine recursos para ofrecer un lugar donde estos animales puedan ser albergados y tratados.

SOSVOX - hace 1 años

Un refugio para perros de raza peligrosa

Tras la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía, rescatistas aseguran que dueños irresponsables de estos animales los abandonan. En Copacabana, Antioquia, no destinan recursos para ayudar a los animales en estado de abandono o maltrato, el albergue sólo recibe animales de raza que no sean peligrosas dejando de lado las razas Pitbull, Rottweiler y BullTerrier.

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Es importante que todos los colombianos exijamos a las autoridades competentes que tomen en cuenta el bienestar de estos animales y trabajen por una solución que proteja a la comunidad y a los perros de razas peligrosas.

En el marco de la entrada en vigencia del nuevo Código de Policía, el alcalde de Copacabana, Antioquia, ha sido demandado por dueños irresponsables de perros de razas peligrosas. Esto se debe a la falta de cumplimiento de los altos requisitos que deben cumplir para tenerlos, los cuales exigen una póliza de responsabilidad civil que aún no se encuentra disponible en el país. Esto ha conllevado a la desesperación de sus dueños, quienes han recurrido a la desgraciada opción de abandonarlos.

Es por ello que la comunidad solicita al alcalde de Copacabana que destine recursos para ofrecer un lugar seguro donde estos animales puedan ser albergados y recibir el trato que se merecen. Así mismo, se debe trabajar por una solución que proteja a la comunidad y a los perros de razas peligrosas, para que los dueños responsables tengan la posibilidad de seguir brindándoles el cuidado y el amor que estos animales merecen.