Un tráfico ilegal y cruel está amenazando a la población de burros en África. Los burros son robados y asesinados sin ninguna delicadeza para ser exportados a China, donde la medicina tradicional utiliza su piel para luchar contra la anemia, el insomnio y la menopausia. Esta situación es una verdadera tragedia, ya que los burros son una fuente de ingresos para muchos aldeanos pobres, que de otra forma no tendrían otra opción para ganarse la vida.
Prohibir el tráfico de cuero de burros que se exporta desde África a China para su medicina tradicional
Desde la década de 1990, la población de burros en China se ha reducido a la mitad. El país ha puesto sus ojos en África para hacer frente a sus necesidades, que a su vez se mantienen estables. Si la caza de rinocerontes o elefantes causan revuelo, la masacre de los burros es más discreta pero igualmente criminal e ilegal. Los propietarios de burros están preocupados por el tráfico clandestino y no se atreven a salir con sus animales a la naturaleza, por el miedo a que estos desaparezcan. Los burros son robados y asesinados sin ninguna delicadeza, con una daga, o golpeados hasta la muerte, o desollados vivos.
Firmar esta peticiónLa caza furtiva de pieles de burro se ha convertido en un lucrativo mercado para los cazadores furtivos. El precio de un burro ha pasado de 30 € en 2014 a 150 € en 2017. Esto representa una cuarta parte del salario en Sudáfrica, el país más afectado.
Senegal, Malí y Níger han prohibido la exportación de burros a Asia, pero Botsuana y Kenia la permiten. Los propietarios de burros están preocupados por el tráfico clandestino y no se atreven a salir con sus animales a la naturaleza, por el miedo a que estos desaparezcan.
Es una vergüenza que la masacre de los burros sea tan discreta, pero igualmente criminal e ilegal. Por eso, desde Francia, llamamos a los gobiernos de los países afectados para que prohiban el tráfico de cuero de burros que se exporta desde África a China para su medicina tradicional. Además, firma y comparte esta petición para llamar la atención de la comunidad internacional.