La violencia y la delincuencia siguen siendo el pan de cada día en Colombia, generando temor y limitando la libertad de defensa

Colombia es un país en el que la violencia y la delincuencia están a la orden del día. Los ciudadanos vivimos con el miedo constante de ser víctimas de robos, asaltos o incluso agresiones físicas. Y lo peor de todo es que, en muchas ocasiones, no tenemos la libertad de defendernos sin temor a ser acusados y encarcelados por ello.

SOSVOX - hace 2 meses
El legítimo derecho a defenderse

El legítimo derecho a defenderse

Urge que nos den el Derecho a la Defensa y excluirnos de culpabilidad cuando somos atacados por ladrones en la vía pública o dentro de nuestros hogares.

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Es por eso que, como ciudadanos, exigimos el legítimo derecho a defendernos. No podemos permitir que nos sigan quitando nuestro derecho a la vida y a la seguridad. Urge que se nos conceda el Derecho a la Defensa y se nos excluya de cualquier tipo de culpabilidad cuando somos atacados por ladrones en la vía pública o dentro de nuestros hogares.

Es inaceptable que, como víctimas de la delincuencia, tengamos que preocuparnos por las consecuencias legales que pueda traer el defendernos. Debería ser nuestra prioridad proteger nuestras vidas y las de nuestros seres queridos, sin tener que pensar en si estamos infringiendo alguna ley.

Es hora de que el Gobierno escuche nuestras demandas y tome medidas para garantizar nuestro derecho a defendernos. No podemos seguir siendo rehenes del miedo y la inseguridad. Necesitamos que se nos conceda este derecho fundamental para poder vivir en paz y tranquilidad.

Es por eso que llamamos a todos los ciudadanos a unirse a esta petición y presionar al Gobierno para que tome medidas efectivas. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras nuestros derechos son vulnerados. Es hora de actuar y exigir que se nos otorgue el Derecho a la Defensa.

Firmemos y compartamos esta petición para hacer que nuestras voces sean escuchadas y que se nos conceda el derecho a proteger nuestras vidas y las de nuestras familias. Juntos podemos lograr un cambio y vivir en un país en el que podamos defendernos sin temor a ser juzgados. ¡No más víctimas de la delincuencia, sí al legítimo derecho a defendernos!

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