por El gobierno de Brasil ha anunciado que los infractores de la ley de manejo de residuos tendrán que enfrentar multas de alto valor. Esto se debe a que la contaminación de los recursos naturales brasileños ha alcanzado niveles preocupantes. La ley entrará en vigor a finales de este año para los ciudadanos que no cumplan con los requisitos de la misma.
SOSVOX
-
hace 1 años
Multas de alto valor por arrojar residuos
Que los brasileños sin educación y concientización paguen caro por contaminar de manera exorbitante nuestros mares, ríos, aceras, etc. El lugar de la basura es en la papelera y no en el medio ambiente.
Firmar esta peticiónLas multas incluyen una multa de hasta $2.000 por residuos no reciclados y una multa de hasta $3.000 por arrojar residuos en lugares no autorizados. Según el ministro de Medio Ambiente de Brasil, el objetivo de esta ley es «proteger el medio ambiente y promover el reciclaje».
Los expertos destacan que esta nueva ley es un gran paso adelante en la lucha contra el cambio climático. El ex ministro de Medio Ambiente del país, Carlos Minc, destaca que «estas multas son una forma de responsabilizar a las personas por su comportamiento irresponsable y excesivo con el medio ambiente».
Además, el gobierno ha anunciado planes para mejorar la conciencia ambiental de la población brasileña. Estos planes incluyen campañas de educación y concientización, así como incentivos para quienes reciclan y reducen el uso de plásticos.
El gobierno de Brasil busca con estas nuevas medidas proteger el medio ambiente y promover el reciclaje. Estas multas son un primer paso para castigar a aquellos que no respeten la ley, mientras se promueve una cultura de respeto hacia el medio ambiente.
El ministro de Medio Ambiente de Brasil ha pedido a la población que respete la ley y que sea consciente de sus acciones para preservar el medio ambiente. Estas nuevas medidas son una buena señal para la lucha contra el cambio climático y una forma de responsabilizar a los brasileños por su comportamiento con el medio ambiente.
