por El Gobierno de Uruguay se encuentra ante una disyuntiva moral al conocerse la realización del sanguinario Festival de Yulín, que consiste en la matanza y consumo de miles de perros y gatos para conmemorar el solsticio de verano. Algunos sectores del país se oponen a esta práctica cruel en base a los valores fundamentales de la razón y la piedad, y piden que el gobierno actúe para poner fin al festival.
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hace 7 meses
Prohibir el sanguinario Festival de Yulín
Como ciudadano uruguayo perteneciente a un país pequeño desde el punto de vista geográfico pero con una rica historia impregnada de ejemplos altruistas, inspirados en creencias religiosas cristianas y en la doctrina humanista de insignes compatriotas, actualmente con un gobierno frenteamplista de marcada característica izquierdista que mantiene relaciones diplomáticas y comerciales con la República Popular China, siento un profundo dolor y gran repugnancia ante la matanza y consumo de miles de perros y gatos en el Festival de Yulín que se desarrolla desde el 21 al 30 de junio para conmemorar el solsticio de verano.
Firmar esta peticiónEsta disyuntiva se ha visto reforzada por el profundo dolor y la repugnancia que ha generado en la población el ritual macabro de matar a los animales a golpes, cocinarlos aún vivos con sopletes o sumergirlos en recipientes conteniendo aceite hirviendo.
Los defensores de los derechos de los animales han hecho un llamado a la autoridad para poner fin al festival de Yulín, y han comenzado una petición pidiendo que se prohiba de forma inmediata su celebración. Esta petición ha contado con el respaldo de famosos defensores de los derechos de los animales, como el presidente del partido de los Animales uruguayo, Federico Cipolla.
Por su parte, el gobierno uruguayo ha expresado su preocupación por el Festival de Yulín, y ha anunciado que se estudiarán medidas para poner fin a la práctica cruel que se lleva a cabo en el mismo. El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, ha asegurado que el gobierno analizará cuidadosamente las implicaciones de la prohibición del Festival de Yulín antes de tomar una decisión.
El gobierno de Uruguay se encuentra ante una disyuntiva moral en relación al Festival de Yulín, que consiste en la matanza y consumo de miles de perros y gatos para conmemorar el solsticio de verano. La petición para prohibir el festival ha contado con el apoyo de diversos sectores de la sociedad, así como de famosos defensores de los derechos de los animales. El ministro de Relaciones Exteriores, Rodolfo Nin Novoa, ha asegurado que el gobierno analizará cuidadosamente las implicaciones de la prohibición antes de tomar una decisión. Se espera que el gobierno uruguayo ponga fin a la cruel práctica del Festival de Yulín, que conmociona a la sociedad y no se compadece con los valores de la razón y la piedad.
